Muchos productores pueden pensar que usar samples y packs de loops es hacer trampa o simplemente es mirado en menos desde el punto de vista creativo, pero la verdad es que las técnicas de sampling en la música, especialmente en la electrónica, han generado avances y formas de expresión que antes de su nacimiento eran impensables.

Un álbum de un grupo olvidado puede ser una mina de oro de muestras sonoras y potenciales bases, es solo la creatividad del músico la que puede convertir esas muestras de sonido en algo alucinante, algo que para una persona con un oído normal pasaría desapercibido.

Hoy en dia una muestra de sonido, con las facilidades expresivas que ofrecen softwares como Ableton Live u otros, se transforma en una biblioteca enorme y a un costo muy barato ya que tienes en la punta de tus dedos la posibilidad de sonar como un Rhodes o un sintetizador análogo que generalmente puede ser un gasto excesivo en un estudio de presupuesto normal. Y si trabajas con loops tienes una colección de baterías, instrumentos o vocales bien grabadas que pueden ser cortadas, loopeadas y pitcheadas a voluntad.

Pasa mucho que los loops están procesados por máquinas vintage dándoles esa textura que sería imposible de lograr dentro de la caja o “In the box” como dicen los gringos cuando se trabaja solo en el computador, sin ningún tipo de proceso que implique circuitería analógica.

Empresas como Native Instruments se han especializado en manufacturar loops y librerías de alta gama, procesando archivos de audio mediante módulos análogos como excitadores o preamplificadores específicos, que añaden coloraciones únicas, sumando nuevas tonalidades sonoras en cada uno de los sampler packs que sacan al mercado.
En la producción musical moderna solo faltan las buenas ideas, porque el material para trabajar ya está al alcance de todos.